Implementar prácticas ágiles en equipos remotos es esencial para mantener la eficiencia, la cohesión y el ritmo de entrega en entornos virtuales. La agilidad permite adaptarse a los cambios, gestionar el trabajo de manera flexible y fomentar la comunicación continua, independientemente de la ubicación física del equipo. Al adoptar métodos ágiles en la colaboración remota, se puede potenciar la transparencia, mejorar la satisfacción del cliente y acelerar el desarrollo de productos o soluciones, garantizando que los equipos trabajen de manera sincronizada y orientada a objetivos comunes.